Vistas de página en total

miércoles, 11 de mayo de 2011

Ni siquiera la noticia de la aparición de las primeras setas primaverales, unas senderuelas ( marasmius oreades) en la sierra de Abla, ha conseguido alejar estas brumas interiores. Tiempo éste de obligada resignación cuando los cielos también extraviados no consiguen abrir un hueco de luz, pero se siente todo su peso. Empieza lo que será un largo y tedioso verano. Se nota ya en el aire la brasa que se inflama al contacto con la piel. Tendría que encontrar algo que pudiera distraerme durante estos meses, algo en lo que entretenerme, haciéndome olvidar la vida que pasa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario