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sábado, 28 de marzo de 2020

FALSA ÉGLOGA VII. Los motivos

Sin libros, ni partituras,
sin bellos paisajes
sobre el lienzo,
artificios que dibujan
una metáfora de la vida,
lejos del desamor y el odio,
y su luz como única compañía.

Sin nada de todo eso
la naturaleza me abraza  
y me susurra
cuanto necesito.

Seré más pobre,
pero esta tierra da sus frutos.
El árbol, el río, el ave,
son formas del espíritu.

Motivos suficientes
para seguir aquí.





viernes, 27 de marzo de 2020

FALSA ÉGLOGA VI. La sombra de las muchachas

Cuando no iban al río  
buscaban algún entretenimiento.
Primero, limpiaban la empuñadura,
después encajaban las piezas,
metían plomo y pólvora
y sacaban brillo a la recámara.

Mejor que el río era el monte,
pasado el "souto". 
Allí, en las tierras altas
el día nunca se esconde.

Ágiles como rapaces, 
sujetando la presa,
llevaban las armas 
para espantar el miedo.

Luego, bajaban por la ladera
recordando aquellos días,
un trecho cálido de hierba
y nubes blancas y cremosas.
Y a los pies del castaño  
se oían las risas de las muchachas.

Todo era muy literario.
Felices e ignorantes
                                   de la dicha

que aleja

                     cualquier amenaza.


martes, 24 de marzo de 2020

FALSA ÉGLOGA IV. El motivo de la oración

Abierto el portalón
un silencio de sacristía
protegía la hierba
apilada hasta la bóveda.

Detrás de la cortina
una montaña de patatas
y cebollas viejas.

Y enfrente, en el muro,
de un clavo de nazareno
colgaba una hoz pequeña 
y el cuerno
de la abundancia.

Todo era hermosamente
antiguo
como las voces
que sin estar presentes
                                 se oían

cuando los difuntos
arrodillados
                             oraban,
pidiendo a Dios
                        por sus hijos.

Por las cosechas.

lunes, 23 de marzo de 2020

FALSA ÉGLOGA III, El resucitado


Cada estremecimiento,
cada giro inesperado  
de su cuerpo
provocaba en el jergón 
una réplica.

Mas sólo la luz
despertaba
al crucificado,
allí, presente
sobre el cabecero
de la cama.

Los rezos de la noche
servían para obtener
el perdón.

Y los castaños,
y el río de aguas,
y las aves del paraíso
celebraban
la bendición

del resucitado.


Hasta el día siguiente.


domingo, 22 de marzo de 2020

FALSA ÉGLOGA I. El afilador

Saltan 
destellos.
                
La tierra los acoge
como si fueran
                       astros.

Su luz
es un misterio.

Como este dios,
creador de la tierra 
y el agua.

Del aire 
y de un fuego

que aviva la hoz

y la guadaña.

viernes, 20 de marzo de 2020

“Aquí no, tu dulce égloga aquí no”.
                                                                                  José Watanabe


DULCE ÉGLOGA         

El sol acaricia el cuerpo 
de un saltamontes,
y los pétalos de una flor.

Ningún deseo sobrevive
mucho tiempo.

Es la hora del canto.  

En otra cumbre 
un trino solitario
interrumpe la tormenta.


Ay, dulce égloga 
mira por nosotros.     

miércoles, 18 de marzo de 2020

SOLOS, NOSOTROS

Extraña es esta luz que nos aparta del mundo.

Oyes el lamento
de un tiempo que acepta el sacrificio.

Como en el fuego 
                                  la espiga enferma

jueves, 12 de marzo de 2020

Soy vieja y sé quién está coronado por la muerte.
José Watanabe


COSAS DEL CUERPO

Ninguna violencia
como ésta 
que mi cuerpo
ejerce contra sí.

El dolor sacude las venas.

Las rosas frías
en la mesa.

arden
como un esbozo
que recapitula

todo lo que fui.