LÍBRAME DE LA CULPA
Letras para borrar las huellas
cuando la música y su arquitectura
de olas domésticas
acuden al corazón
de la casa.
La noche descansa sobre el malecón.
Noche de náufragos.
El mendigo reclama una paz conocida,
esa que no molesta,
y no teme el vértigo
de las palabras
y no teme el vértigo
de las palabras
enfermas.
Pero sálvame, oh destino,
de las heridas
de las heridas
que deja el miedo.
Líbrame de la culpa de sentir
la verdad.