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miércoles, 17 de octubre de 2012

Una misma escritura



De La Garza a Las cartas de la ayahuasca. De Giorgio Bassani a William S. Burroughs y Allen Ginsberg, sin transición, sin una voz de apoyo  que pueda ayudarme a  salvar la distancia   - no la del tiempo o el lugar, pues poco importa que la historia transcurra en las tierras pantanosas del delta del Po o en la selva de alto amazonas -    sin nada a lo que pueda agarrarme para salvar ese abismo que se sobreentiende existe entre esas formas de escritura. Y sin embargo en todos está tan presente el deseo de vivir la vida lo más arrebatadoramente que sea posible. En todos el mismo desprecio por la impostura, la de agotar una  existencia en falso.

viernes, 12 de octubre de 2012

Contrastes




Cómo el camino que otros han desbrozado antes puede ser el camino elegido. Ayer las fotografías de Paco Gómez en el CAF de Almería me sorprendieron sobre todo por un lirismo poco frecuente, casi tenebroso, por los contrastes llevados hasta los límites de la oscuridad. Pero no forzados sino encontrados en la realidad misma. Y a pesar de esa mirada posada en la más recóndita sombra siempre quedaba un punto de luz , una abertura por la que respirar. Ese albor de luz constituía el principio y el fin de la fotografía, sin ella nada sería lo mismo. Allí, sólo allí, estaba la esperanza de lo aún posible.

domingo, 7 de octubre de 2012

Una educación en el error




UNA EDUCACIÓN EN EL ERROR.

El dolor me señala el falso camino,
y me señala el error,
las luces equivocadas
que mi mano acaricia.
Este sol, nada dúctil,
ajeno a las preocupaciones
y a los sueños del hombre,
va y viene sin sentir los reproches.
Todo acto contiene el futuro
como el agua que lleva la corriente.

Soy el siervo, el mendigo,
de una filosofía
que quiere limpiar las raíces,
y levantar estas hojas caídas.

Pero pido perdón.

jueves, 4 de octubre de 2012

El tedio



Qué larga travesía.  El mismo horizonte día tras día, las huellas que se repiten y nunca dan alcance. Y el tedio, esta enfermedad que encadena mis huesos y mi lengua, tan meticuloso en su vigilancia, en el nudo que no deja cabo suelto, y saca el aire, la vida poco a poco. Veo cómo el sol se acaba, cómo desiste en su empeño de proclamar el día nuevo, y en ese abandono está mi refugio. Tiene la noche una suerte de gracia, muerte anunciada , muy falsa y muy verdadera, como todo aquello que parece sublime.