FALSA ÉGLOGA, XXI.
Que nos coge y arroja en el
silencio
Has ido escondiendo tu cuerpo entre sombras.
El sol pequeño, los árboles, los pájaros,
y el murmullo del agua
El sol pequeño, los árboles, los pájaros,
y el murmullo del agua
como en una sonata de otoño.
Tu mirada huidiza frente a lo que no fuera
vida y entusiasmo.
Lo que has leído, apenas roza la piel.
No hay sangre derramada que conozcas,
ni sueño accidentado
que astille tus huesos.
“Que nos coge y arroja en el silencio”
dice el poeta. Y tus pasos equivocados
creen dirigirse a ese lugar.
Pero ahí, no hay rastro de dolor.
Nadie te espera.