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miércoles, 26 de noviembre de 2014

EL QUE ME GUARDA



EL QUE ME GUARDA.

Sé, que él me ve y no me juzga,
que no recuerda aquello que no olvidé
en un lugar cerrado, con luz enferma,
donde sigue la conciencia
y lo que fue
muere lentamente, sin una fecha.

Sé que es él el que calla
y me guarda los ojos
como si pudiera dormir el tiempo,
pasar la mano por los días,
sin sentir las grietas,
sin temer las consecuencias
                               de este engaño.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Y LO DEMÁS



Y LO DEMÁS

Como una luz pequeña que has de seguir,
sin ayuda, sin instrucciones que digan
qué parte de ti se queda,
y qué estrecho camino entre esos arrecifes
pueden seguir tus pasos.
O como el reverso de esa luz
que no sabe de ceremonias,
ni vestuarios, ni adulaciones,
que cumple con un mandato
y lleva la rosa que crece
entre los escombros
                                   a más olvido.

Allí donde lo que no ha de morir
resiste la embestida.
Y lo demás es humo, polvo, nada.

jueves, 20 de noviembre de 2014

EN MEDIO DE LA TEMPESTAD



EN MEDIO DE LA TEMPESTAD

Dos  pasos es la distancia que separan principio y fin
de la luz olvidada que ha quedado inservible.
Miro las señales que han ido moldeando el ser,
las heridas inútiles,
y algunas que no lo fueron tanto
y se han quedado solas.
Dos o tres pasos han sido los que llevan la ruina
de una ciudad a otra,
del desarraigo y la falsificación a la mentira.
Esta última palabra reclama su sitio,
el protagonismo que tiene en la vida real,
la que nadie logra olvidar,
la que a pesar de los años guarda un claro sentido,
aunque la oigas alejarse
como si fueran unas aves saliendo de la noche
en busca de un arrecife.
Allí donde las estrellas han decidido quedarse
mientras la tormenta dicta
                                                   sus reglas.

Y la rebelión no alcanza a ser más que un allegro
en medio de la tempestad.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

LA MANO



LA MANO

La mano que cubre la luz
antes de apagarla
y llama a los espíritus.
La mano que dobla el embozo
y luego se refugia en la oscuridad
alejándose del mundo.
La mano que no concilia el sueño
porque no olvida el daño
ni la mentira.
La mano que acepta las sobras,
y guarda restos de misericordia.
La mano que no se atreve
a pedir justicia,
y esconde la sangre
que otros no ven,
que no han visto nunca.


La mano que mañana
encontrarás perdida.

lunes, 17 de noviembre de 2014

BODEGÓN



BODEGÓN

Lunas que la bruma oculta
son estos frutos asexuados
que Zurbarán dibuja en un plato.
Y la luz y la herida,
sobre el frío y el paño,
sombras recogidas
tan inciertas y fugaces
como el ser y la nada.
La belleza es un cuchillo
que acaricia tu mano,
sangre que no se ve
y se siente en los labios.
Vigilia y llama
anuncian los membrillos,
y nadie acude
a esta noche clara,
a esta noche oscura
que huye de la muerte.

Y la muerte saluda.