¿DÓNDE ESTÁS AHORA LOU?
Qué
presentimiento,
al cruzar
esa
puerta.
Y
más allá el abismo,
un
inmenso lugar,
sin
luz, ni tierra firme
donde
cada pie
anuncia
una huella,
una
leve respiración.
Y todo
lo
que
ignoraba,
de
repente
ya
sin un significado,
sin
una razón
que
pudiera justificar
la
búsqueda.
Y
qué lentitud,
qué
incertidumbre,
vagar
sin ser visto
por
esos
amplios
corredores
que
no guardan
parentesco,
ni
gratitud,
con
todo lo que
algún
día
alguien
pensó
que
era la vida.
Y
la llamó así.