Todo resquicio es una hendidura que abre o cierra el futuro, el rastro que
anuncia un nuevo camino, o desaparece y se
deshace en lo no posible. Lo real, más allá de lo que vemos, casi siempre se descubre a través de un pequeño
resquicio, ése que abre la duda , con esfuerzo o sin él, pues poco importan tiempo y
trabajo. Así el amor, un espejo que refleja más allá de tu rostro, y revela interioridades que buscan renovarse, como si
fueran la hojarasca del mañana, las raíces que alimentan lo visible. El amor
que no enarbola ni palabras ni títulos, que no exige sacrificios, y se alimenta
y desfallece , pero al que sólo le queda un resquicio, una salida.
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