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domingo, 21 de agosto de 2011

Elogio del aguardiente de hierbas.
Tuvieron que ser los monjes preocupados por los feligreses que asistían a los lugares de devoción y que después de orar celebraban copiosas comidas, los que vinieran a inventar el aguardiente. O tal vez fue el fervor por hacer que las madrugadas de esos mismos feligreses fueran menos frías al salir de casa, en las duras jornadas de trabajo invernal.  Fuera lo primero o lo segundo la verdad es que la destilación de los alcoholes debió significar un avance científico tan importante o más que el de la rueda o el arado. Por estas tierras del noroeste, en plena ribeira sacra, el nombre de la comarca dice ya mucho al respecto, las distintas órdenes , benedictinos y cistercienses, se especializaron en la obtención de un aguardiente, de color blanco y alto poder calorífico, ideal para despertar a los muertos allá donde estuvieran. Después idearon una fórmula para paliar la dureza de los alcoholes, a partir del añadido de  hierbas aromáticas que le daban al líquido un tono verde, más o menos turbio, en función de la delicadeza de las manos que lo hicieran.
Pero voces autorizadas dicen  que fueron impíos labradores los que descubrieron el aguardiente como bálsamo para ahogar las penas, y soportar el miedo, construyendo retorcidos alambiques que recuerdan las cocinas del infierno. Con esos instrumentos del hereje se acercaron si cabe más a Dios. La prueba más certera de esto serían las queimadas, invocaciones profanas muy extendidas por todas estos lugares, y las meigas sus dueñas aquí en la tierra.
Luego los hombres de fe se apropiaron de la bebida milagrosa. Y ya se sabe donde hay negocio ahí están siempre los hombres más realistas, y a la vez más escépticos. Ellos conseguirían un alcohol suave en apariencia, y de hermoso color, más cercano a su gusto. Durante siglos mantuvieron encendida la llama del Señor celebrando rituales que hoy la plebe sigue con la misma devoción. A Dios lo que es de Dios y a los hombres la esperanza, pues sea en el cielo o en el infierno tiene que seguir habiendo aguardiente para todos.
 
 

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