LA
MESA
Acaso es ésta mi pequeña felicidad .
Ningún deseo se cumple con mayor verosimilitud,
ni importa si la luz trae desnuda hasta la mesa
malos presagios, una dureza aún sin madurar.
Los sueños no siempre permanecen.
Aquí, el mundo parece más insignificante.
Quizás olvido el desorden,
las uñas de la tierra,
mientras suena la música del agradecimiento
dentro de mi.
Y esa música me adormece.
Acaso es ésta mi pequeña felicidad .
Ningún deseo se cumple con mayor verosimilitud,
ni importa si la luz trae desnuda hasta la mesa
malos presagios, una dureza aún sin madurar.
Los sueños no siempre permanecen.
Aquí, el mundo parece más insignificante.
Quizás olvido el desorden,
las uñas de la tierra,
mientras suena la música del agradecimiento
dentro de mi.
Y esa música me adormece.
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