Vistas de página en total

jueves, 24 de noviembre de 2011

Siempre llueve un agua menuda en los sueños. Un agua que acaricia la tierra y deshace sus nudos. La lluvia descansa en la mano, lejos de la furia y el viento. Es un rezo humilde, una súplica que trae de muy lejos voces que llaman. Y no sabes. La lluvia se descalza, y desnuda posa su cuerpo sobre las cosas, igual que un pájaro pequeño que adivinara donde posarse sin herir la rama. Siempre llueve en los sueños una lluvia entregada, que no causa daño, y no lastima el deseo. Llueve tristemente en los sueños, pero no parece importarle a nadie. Nadie se duele de la lluvia que sueña, de la lluvia que dulcemente cae sobre la almohada.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario