CONTEMPLACIÓN DE LA TARDE
Sentarse
a ver el vuelo de los pájaros
bajo
unas nubes moribundas,
como
el futuro que duerme detrás de lo visible.
Ayer,
dices, todo el horizonte fingía una paz cercana
y era
fácil sentarse a contemplar la tarde.
Juegos
y abrazos se resumen en unas pocas fechas.
Aún
sueño con las acacias, con su flor
abriéndose
sobre los días azules.
Y
nadie ha de juzgar el tiempo.
La
medida que se llena y se vacía.
Ni lo que se derrama,
y aquellos ojos no alcanzan a ver,
como no alcanzan estas palabras el vuelo,
la luz, el aire.
como no alcanzan estas palabras el vuelo,
la luz, el aire.
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