No comparte nunca el tiempo sus secretos, he ahí el misterio, la incertidumbre que mueve
el mundo. Por eso las anunciaciones están también condenadas a incumplirse, a negarse por
sí mismas. Quiero alejarme de todo aquello que no sea presente. El viaje
más arriesgado es éste en el ahora estamos. Inmerso en su luz más cruel y
necesaria , en un vaivén que me obliga a
evitar la caída, hay alguien que me dice
que cautela, y prudencia son algo más que virtudes. Virtudes que desprecio, aunque
sean terriblemente necesarias. La utilidad es la ciencia de los temerosos, un
refugio seguro contra el miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario