En la mañana resplandeciente, las hojas hermosean después
de la lluvia de ayer. El sol sentado sobre nosotros deshace
los nublos que quedan y arroja una
nueva luz. Si me escondo bajo las ramas es para no olvidar las
sombras que vienen, todas esas sombras que mi cuerpo olvida con demasiada facilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario