DE
VUELTA
Arrastra
la escritura la niebla de
las primeras noches.
Aquéllas
que esperan que alguien las salve
de un fuego herido por la ventisca.
de un fuego herido por la ventisca.
Nadie
regresa por el mismo camino
después
de llevar el agua de un prado a otro,
de lavarse las manos para limpiar el daño.
de lavarse las manos para limpiar el daño.
Regresa
la noche, y establece un difícil equilibrio.
En
cada sitio
deja
miedo y avaricia
como partes iguales.
Y
tanta luz, tanta luz oculta
en
los estambres de la flor, y en las calandrias.
Los
años regresan por atajos inverosímiles,
yendo
y viniendo, cercando la verdad,
intentando
deshacer el camino.
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