DECADENCIA
A veces
las palabras
terminan
siendo sólo palabras.
Se
encierran en sí mismas,
se
hunden bajo tierra
como
un túnel que no tuviera una salida,
un
respiradero.
Si
me preguntas para qué sirven
no
sabría qué decirte.
En
la sala fría despiezan
con
precisión la carne.
Una
bombilla encendida
a pleno
sol
señala
los peligros que acechan.
Se
oyen los lamentos
en las salas del sacrificio.
en las salas del sacrificio.
Son
esos esfuerzos también inútiles
como
el de las palabras que forcejean
en
la oscuridad
mientras
corre la sangre
por
un pequeño desfiladero.
Hasta
perderse.
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