Un sueño detenido entre el día y la noche. Un círculo cerrado lleno de frío y fuego como una pupila manchada. Un lecho donde las preguntas se quedan sin respuesta y se deshacen y dejan un rastro que borra el tiempo. Un pecho herido que reclama la caricia del sol, la piel perdida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario