LA LLAMADA
Como
notas que trae el azar o el viento
este
sentimiento se refugia entre las rocas,
busca un regazo mientras corren las aguas
y
crece la hierba, y en los árboles se renueva la vida.
Y
si alguien cae, el ruido y la belleza también lo ocultan.
Y más
allá, todos ignoramos los hechos,
los
cubrimos con un manto de tierra,
o simplemente
escondemos bajo una mentira
una
pequeña vergüenza.
Arrodillado oculto mis propias huellas.
Arrodillado oculto mis propias huellas.
Algo
más lejos, sigue creciendo la tormenta,
y siguen
las nubes vencidas.
Y sin
embargo nada interrumpe la música,
el
amor que sintiéndose libre vive en este lado del río.
Los
arándanos y las moras sobre la mesa,
los
manteles de lino iluminados
como el alma, que sigue llamándose así,
como el alma, que sigue llamándose así,
después
del ayer y del mañana,
aunque
nadie repare en ella, porque es tarde
y el sueño y las obligaciones nos llaman.
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