Como
este fin que se anuncia y deja una parte de dolor en los huesos,
y en
la carne. Como las luces frías que apenas muestran interés por algo,
por
estos días que aquí se quedan custodiando el
adiós.
Como
los golpes que otros han recibido y a ti te dejan una sombra,
una
herida pequeña. Como el pájaro que sella su nido antes de recibir la noche,
esas
líneas que alguien dibuja, o el sueño que consigue mantenerse en pie,
allá
a lo lejos, refulgen con extrañeza ante la vida, sin querer rendirse.
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