UNA CIUDAD
Sólo
el amar, sólo el conocer
cuenta,
no el haber amado, no el haber conocido.
Pasolini
Este cielo de un color desconocido
y el viento que viene del desierto
y deja medias luces
sobre las azoteas.
sobre las azoteas.
Este cielo como besos soñados
en pequeños cuartos de una sola lámpara
en pequeños cuartos de una sola lámpara
y sábanas lavadas hasta perder el brillo.
Y estos ojos que miran a las muchachas
como fruta robada,
y buscan en la nostalgia un sueño,
viejas ofrendas, ramos de nardos
para que no lleguen las lluvias.
Este cielo de una ciudad de provincias,
donde la mentira
donde la mentira
no necesita máscaras, y la palabra se vende.
¿ Recuerdas, aquel día ?
cuando los hombres iban hasta el mar
para mirar en el agua su reflejo,
las señales de una tierra prometida.
las señales de una tierra prometida.
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