Falso es todo esplendor, esta mano de sol que ahora entra y
levanta no sólo el cuerpo sino el ánimo, alejando las hojas del dolor, la mala
memoria. Y sin embargo uno agradece siempre esta falsa luz al abrir los ojos, y este
breve respiro, aunque sea tan fugaz como esa rosa que nace herida y vive en
el pasado.
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