El pasado es una
tierra extraña, muy extraña.
Edward Thomas
COMO AYER
Ahora sé que aquel candil con los cristales
rotos
y el humo que desprendía la mecha de aceite
hacían más pequeño el mundo.
Y sé, también, que nada ayuda
a caminar bajo la lluvia.
Los pies hundidos en los bulleiros
y los brazos levantando el candil
mientras los sapos cruzan asustados
delante de ti.
mientras los sapos cruzan asustados
delante de ti.
Tú, que creías que las letras en una pizarra,
cosidas con hilo blanco,
iluminaban la noche.
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