La
espalda del muro.
De
este lado quedan signos.
Allá,
en el otro meridiano,
una
luz acoge el nacimiento
mientras la noche comienza su trabajo.
Los pájaros caminan
despacio
bajo
un cielo de moras frías.
Acaso
ese instante
no sea
más que un recuerdo perdido,
el de una voz que quiere descanso.
el de una voz que quiere descanso.
**
Has
de sentir frío
en el
estómago.
Y dentro una
sombra
preguntando
por ti.
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