BIENAMADOS
Bienamados,
todos y cada uno de ellos.
Los
que fueron efímeros despertares
o
fruta que amarga en la boca
cuando
llega el día.
El
tiempo les ha dado vida nueva.
O
vosotros dueños del amor,
extraños
a cuanto no fuera el sacrificio,
más
libres, ahora, más inequívocamente resucitados.
Sois
un paradigma. Frente a lo pasajero,
la
huella que deja el mar sobre la arena,
seguís
siendo la llama que señala el camino.
Ninguno
ha sido olvidado,
un
aire, otra forma distinta de decir las palabras,
la
dura caricia perseguida, la mano que consiente
y
abre paso. Y cada uno con una voz distinta.
Y
sobre todos aquellos que nunca fueron
visitados,
y se quedaron lejos, y se fueron deprisa,
sin
más explicaciones, y sin embargo aquí
también
recibidos.
Bienamados,
todos y cada uno.
A
veces, la vida acude en vuestra búsqueda.