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domingo, 30 de octubre de 2011

Quisiera ser generoso como la tierra, ella se esfuerza por resistir sin amenazas los días de la canícula, aceptando lo que sólo sabe el destino, reconociendo el fuego, la mano bronca que parte el tronco, y trocea las ramas, y deshace las hojas, sin piedad. Quisiera tener su paciencia, también su misericordia, pues recibe por igual a sus hijos y a sus verdugos. A los que blasfeman y a los píos. Ella sabe que todos, más tarde o más temprano terminarán sus días suplicándole un lugar donde cerrar los ojos. Un hueco para ocultarse, para no sentir el peso de los recuerdos, de la conciencia que aparta la maleza de los días dejando al descubierto las raíces.

jueves, 20 de octubre de 2011

Quién sabe con certeza si el hábito de la lectura no aboca a la desesperación, a la oscuridad más absoluta. Cada día, al terminar de leer algunas páginas de Llámalo sueño de Henry Roth acuden a mi las sombras y los temores de David Schearl, pero no su fortaleza. Me pregunto si cargar con el peso de sus incertidumbres sin ser yo él , y sin alcanzar sus metas, como si solo lo terrible se cebará en mi, y no la dicha, el amor que a veces el destino generosamente reparte a los que van en su búsqueda, es justo. Por qué  el recuerdo de lo leído no trae hasta aquí algún calor, y sólo hago mío lo que a él le inquieta, esas manchas que la tormenta deja en su piel, las señales que el miedo dibuja en sus ojos. Acaso no merezco conocer las letras sagradas que salen de sus labios, y esa  fe que abre todas las puertas, las puertas del infierno y las del paraíso.

sábado, 15 de octubre de 2011

La escritura es como un alcohol en las mañanas frías, cuando aún no hemos salido del sueño y necesitamos algo que nos devuelva a lo real.  Pero cuándo encontraré en las palabras algo más que el consuelo pasajero de ese alcohol que se evapora , un sentido nuevo,  un resquicio por donde mirar lo que no habíamos imaginado, lo que creíamos inexistente. La escritura se deshará entonces de cualquier delirio, cortará las ataduras, y fijará sus propias metas, y sus límites. Nunca habré sido tan feliz, o quizás, solo lo he sido como lector, descubriéndome en ese otro que hilvana pensamientos con esmero y naturalidad. Aún a riesgo de verme arrojado por la corriente de la escritura, sin aliento, y sin respiración. Ciego, desconociendo en qué lugar encontrarán mi cuerpo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Hoy, el mar, era una línea azul mezclada con tonos verdes sobre papel de acuarela. El agua, de puro transparente, una fina lámina que dejaba ver el fondo, las formas onduladas de la arena. El horizonte convertido en un punto real, sin incertidumbre, parecía cercano, sin amenazas . Allí, deje mis ojos que vagaran solos olvidando aquella otra imagen del mar, hace unos cuantos días.  Y pensé que también la naturaleza se esconde y aparece de repente, nos abraza y nos arroja, al mismo tiempo, inhóspita y generosa, cruel y compasiva, sin un motivo, sin una causa.


miércoles, 5 de octubre de 2011



A veces la suerte está del lado del poeta, pero sólo a veces. Francesc Parcerises escribió Focs d´octubre, un extraordinario libro de poemas que publicó Quaderns Crema en una cuidadísima edición, en el año 1992. Este ejemplar encuadernado en tela puede servir como ejemplo de lo que debe exigirse a una edición de poesía: sencillez y elegancia al mismo tiempo. Los poemas parecen sentirse representados en esa portada  austera y esencial, despojada de adornos, y con una mínima ilustración, ese pitaco que bien podría ser almeriense. El diseño sin duda contentaría al mismísimo Juan Ramón , exigente y maniático con tantas cosas, y especialmente con las ediciones,  precursor de una estética tipográfica de la que aún hoy seguimos siendo deudores. Esa suerte , para el poeta, creo que fue igual o aún mayor cuando Ediciones Linteo publicó en 2008 , en versión bilingüe , catalán/castellano, en traducción de Ángel Paniagua, Fuegos de octubre, porque un poeta como Parcerises merecía llegar a muchos más lectores. La edición de Linteo no desmerece ni mucho menos esta primera edición, que a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo primorosa.

lunes, 3 de octubre de 2011

Tengo en mis manos el Diario anónimo de Valente. Su título me causa más incertidumbre que la imagen utilizada para la portada, la de un jovencísimo Valente con el torso desnudo. Creo que no importa el poco acierto del título ni siquiera la equivocada elección de la fotografía, sino el contenido de lo aquí recogido, pero para opinar sobre este Diario necesitaré tiempo. Aunque toda una vida dedicada a la escritura exigirá algo más que tiempo...